La economía “libertaria”. Seis números en rojo del primer medio año del gatito mimoso del poder económico (2024)

Este lunes Javier Milei cumple seis meses en el Gobierno. Balances se pueden hacer muchos, empezando por una “gestión política” tan desastrosa y plagada de escándalos que ya ni se esfuerzan por esconder los más diversos analistas y hasta los propagandistas mediáticos de La Libertad Avanza.

Pero Milei es, según difunde desde hace años, economista especializado en creminiento “con y sin dinero”. Allí también, en su metier, el supuesto “león libertario” viene haciendo aguas. En definitiva, no hace más que confirmar que no pasa de ser aquel “gatito mimoso del poder económico” que tan bien caracterizó Myriam Bregman en el debate presidencial de la campaña 2023. Acá te mostramos seis aspectos del “balance” económico de este primer tramo de la gestión liberariana, con el “crack” Toto Caputo a la cabeza.

Inflación

El acumulado de los primeros seis meses da un 109,6%. Milei inauguró su gestión con una fenomenal devaluación del peso (un 118%) que disparó los precios de bienes y servicios de forma exponencial (gracias al desregulador DNU 70, las prepagas y los combustibles picaron en punta). El 25,5% de diciembre lo demuestra. Y aunque en los meses siguientes el aumento de precios fue menos intenso, el acumulado en medio año indica que la promesa oficial de “bajar de un hondazo” la inflación era una mentira.

Vale decir que si el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de mayo, que se conocerá en estos días, se ubica en torno al 5% (como ya anticipa Caputo), es muy probable que allí se quede e incluso que en los meses siguientes vuelva a crecer. El Gobierno tiene planes de más aumentos en tarifas de luz, gas y transportes, que siempre impactan en el conjunto de los precios.

Salarios

Milei llegó al Gobierno prometiéndole a millones de trabajadoras y trabajadores no causarles más problemas que los ya prepetrados por sus antecesores. Pero en la caída de los salarios queda en evidencia que mintió descaradamente. Según el propio Indec, entre diciembre y marzo los sueldos perdieron contra la inflación (excepto en febrero, donde los ingresos del sector privado formal apenas le ganaron por un 0.01%).

Si se miran los cálculos del Centro de Investigaciones y Formación Cifra-CTA, entre diciembre y abril el salario promedio registrado perdió un 14,9% de capacidad de compra. Pero más aún perdió el Salario Mínimo Vital y Móvil (que se utiliza como referencia para calcular, por ejemplo, las prestaciones sociales), que entre noviembre y mayo se desplomó un 28,8% según Cifra.

Sobre este punto, nuestra columnista de la sección Economía Lucía Ortega da más detalles.

Los que se jactan de saber de economía y que los demás son unos "burros" en economía, como el sr presidente, demuestran ser unos burros y cínicos.

Por qué la declaración oficial sobre la supuesta "recuperación salarial" es una mentira.

Abro hilo breve y contundente 👇🧵 https://t.co/4sGqVnCA9u

— Lucía Ortega (@OrtegaLu_) June 10, 2024

Dólar

En estos seis meses el dólar oficial aumentó un 154%. Apenas asumió, Milei decretó una devaluación del 118% del peso, llevando el dólar mayorista de $ 353 y a $ 800. Y lo siguió aumentando a un ritmo del 2% mensual. Una “inflación” de la divisa estadounidense que, encima, es superior al crecimiento de los precios en pesos de bienes y servicios. Por eso el golpe a la capacidad de compra de los salarios es aún más grande.

Sin embargo, para los operadores y voceros del sector exportador el dólar hoy está “barato”. De hecho los silobolsas siguen estando llenos y los productores del complejo agroexportador se siguen negando a complacer a Milei y Caputo liquidando más granos, lo que complica el fortalecimiento de las reservas del Banco Central.

Con los efectos iniciales de la fuerte devaluación del dólar oficial, la brecha cambiaria con los paralelos se había achicado del 181% de diciembre al 23%. Pero eso ya es historia. Hoy, tras varias semanas de aumentos cotidianos, esa brecha ya alcanza el 44%. El Gobierno se niega por el momento a una nueva devaluación, pero la presión de sus amigos de las corporaciones económicas es muy fuerte.

Y si hablamos del Banco Central, desde que está Milei en la Casa Rosada las llamadas reservas internacionales sumaron U$S 8.208 millones, llegando a un total (bruto) de U$S 29.416 millones. Pero en ese cálculo se cuentan el swap que Argentina mantiene hasta el momento con China (casi U$S 18.000 millones), los encajes de los bancos privados y otros ingresos del BCRA en concepto de préstamos.

Si se sacan esos agregados, que no son reservas genuinas, la cosa es muy diferente. Rondan los U$S 1.100 millones pero en sentido negativo. Por caso, en estos momentos el Estado no está siquiera en condiciones de pagarle al FMI las cuotas del préstamo que tomó Mauricio Macri y que refinanciaron Alberto Fernández y Cristina Kirchner en tiempos de Martín Guzmán. Lógicamente, menos aún puede levantar el “cepo” que limita la compra libre de dólares, algo que también Milei había anunciado como una de sus primeras y “fáciles” medidas de gobierno.

Actividad económica

Los últimos datos disponibles del Indec refieren al primer trimestre del año. Según esas estadísticas oficiales, la actividad económica cayó en los tres primeros meses un 5,3% (comparado con el año anterior). Pero marzo fue peor que enero y febrero, con una bajón de 8,4% interanual. Seguramente las mediciones del segundo trimestre serán iguales o peor de negativas. Según estimaciones de consultoras privadas, la caída en 2024 podría llegar al 4%.

Capacidad instalada de la industria

Un dato demoledor de la caída económica refiere a cuánto se produce realmente respecto a la capacidad instalada en la industria. En noviembre pasado la llamada “capacidad instalada” rondaba el 66%, un número de por sí preocupante. Pero hoy ese índice bajó a poco más del 50%. Para hacer una comparación histórica, el descenso es mayor al sufrido por la industria en 2020, en plena pandemia de covid-19.

¿Décifit o superávit?

Recortando dañinamente el gasto público (sobre todo en jubilaciones, que explican un tercio del “ahorro” del Gobierno), dejando que todo aumente y planchando los salarios de la población, Milei y Caputo “lograron” un superávit financiero en el primer cuatrimestre de alrededor del 0,2% del PBI. Un “dibujo” que no deja deliberadamente de lado los miles de millones de dólares pagados en intereses de deuda, que en esencia es una variable que siempre deriva en déficit.

A nivel general, la caída del gasto del Estado se acerca al 30% real interanual. Un porcentaje traccionado por el brutal ajuste en los servicios sociales (jubilaciones, planes, asistencia social), donde el “ahorro” mileísta llegó al 67% según un estudio del Instituto de Economía Aplicada de la Universidad del Este (IEA-UDE).

Como bien explica Pablo Anino en un artículo sobre las inconsistencia del plan económico, publicado en este diario el domingo, el gobierno libertariano tuvo una de sus peores semanas en el área donde, justamente, “se autopercibe más fuerte”. Con caídas en las cotizaciones de los bonos argentinos en dólares y la suba del Riego País (ése que Milei se jactaba hasta hace pocos días de bajarlo sin pausa), “la hipoteca de la deuda eterna aparece en el horizonte cercano como un gran problema”.

Anino agrega que “las debilidades políticas que exhibió el oficialismo en el Congreso con la votación de una leve mejora para los jubilados impulsada por la oposición y con los escándalos en el Ministerio de Capital Inhumano erosionan la confianza del establishment financiero”.

Esta semana será una nueva prueba de fuego para las aspiraciones de Milei y Caputo en su plan de guerra contra la población trabajadora y los sectores populares. Cuando este miércoles en el Senado se trate la Ley Bases, se hará con estos indicadores como telón de fondo. Indicadores que, de convertirse en ley el proyecto oficial, seguramente empeorarán en beneficio de un puñado de corporaciones. Por eso está planteado que seamos miles rodeando el Congreso en repudio a este intento de saqueo superior a nuestras riquezas sociales.